Mater mea es latín para “madre mía”. A María Santísima
podemos llamarla así, desde el momento sublime en que al pie de la Cruz Jesús nos la dio por madre en la persona
de San Juan.
A pesar del luto y dolor que conmemoramos el Viernes Santo debemos regocijarnos de que por voluntad de Nuestro
Señor, empezaba un vínculo precioso con María. Ella no quedaría sola pues la
recibía una gran familia en la Iglesia, y nosotros a la
vez quedábamos bajo su amparo como sus hijos.
Es por esa razón por la que se escogió ese nombre para este portal, que con mucho cariño y devoción se dedica
a María Santísima, Madre de toda la Humanidad.